 Oye su rugido: el león dormido por fin ha despertado. Pues sí, después de mucho esfuerzo, sacrificios y trabajo duro los muchachos de la asociación leonesa El Pacto de las Janas, a cuyos principales miembros debemos agradecer su estrecha colaboración con nuestro trabajo: Aarón, Diego, Javier y Alejandra (sobretodo, gracias por dar alojamiento a estos pobres y desvalidos redactores), han logrado ver el sueño de muchos convertido en realidad: conseguir llevar a cabo las primeras jornadas fandom de la ciudad de León: el Big Bang León.
Muchas y muy variadas son las cosas que se deben comentar de esta magnífica iniciativa que tuvo lugar del 30 de julio al 1 de agosto pero, sin duda, el punto más importante de todos es la sensación de hermandad, pues daba igual de qué facción del fandom fueras: rolero, magiquero, otaku, friki del cómic americano, gamers, lolitas… tenías tu espacio reservado dentro del evento y todos y cada uno de los distintos grupos te trataban como un igual, ayudándote a mezclarte y compartiendo experiencias comunes, demostrando que desde detrás de un fan hay una persona compleja y multifacética a la que no le gusta que le encasillen por la fuerza en determinado sector social por sus gustos y, en muchas ocasiones, incluso prohibiéndosele por parte de los mal denominados “representantes defensores” de dichos grupúsculos acercarse a cualquier otro área del ocio alternativo y el conocimiento.
El León dormido ha despertado, nunca podrás volver a ignorar su rugido. Aparte de ser recibidos con una maravillosa hospitalidad, el año que viene a buen seguro podremos ver surgir uno de los mejores salones a nivel español. Pero, entrando en materia, ¿qué podíamos encontrarnos? Evidentemente, por tratarse de un primer año y al contar sólo con patrocinio local y público, el recinto era más tirando a acogedor que a mastodóntico, aunque ha sido reconocido por crítica y público como las segundas mejores jornadas primerizas de España, siendo superadas tan sólo por el titánico esfuerzo de los murcianos en las Murcia se Arremanga que, si bien contaban con una disposición de medios, tiendas, exposiciones y actividades, no podemos olvidar que eran unas jornadas monotemáticas centradas en el manga y el anime. Sin embargo, aunque carecía de exposiciones, grandes patrocinadores y un nivel de tiendas equiparables a un salón de primer nivel, como pasaba en Murcia, Big Bang León ofrecía una multigama de actividades que dejaba exhausto a cualquiera de los asistentes que cumpliera con el horario de 12 horas, de 10 de la mañana a 10 de la noche.
El primero de los puntos a analizar sobre las magníficas ideas volcadas en este Big Bang León parte de su modesta aunque ingeniosa campaña de publicidad, mediante la cual por la entrada se otorgaba una consumición gratuita en el bar del recinto cada día (gracias a los dioses por esos refrescos fresquitos a la una del mediodía, recién salidos de una batalla de soft-combat y a tiempo de recuperarse para un rol en vivo) y un suculento descuento en los Telepizza de la ciudad durante los días en que se celebraba el evento.
 Una vez dentro, el primer puesto de parada obligatoria era el stand de información para poder observar el mar de papel donde apuntarse a la ingente cantidad de actividades que, en algunos casos, imposibilitaban la compatibilidad entre las mismas. Así, aunque ya entraremos posteriormente en detalles con muchas de ellas, podíamos encontrar diversos torneos de videojuegos, concurso de karaoke, concurso de cosplay, distintos torneos competitivos a juegos de mesa como Jungle Speed, Bang y Juego de Tronos, arena de batalla de soft-combat, disversas charlas y mesas redondas a cargo de los invitados al evento, como pueda ser “Mundo Lolita”, o “El entintador: ese gran desconocido”, a cargo del siempre genial Roger Bonet, mitad del magnífico equipo de artístico, de la exitosa línea de miniseries Ultimate Enemigo, en la que trabaja a la batuta de la superestrella del cómic Brian Michael Bendis, junto con su amigo y colega Rafa Sandoval, que tuvieron la amabilidad de concedernos una entrevista en exclusiva (amén de unos cuantos dibujos) para nuestra sección de cómic.
Además de todo esto, la especialidad de nuestros amigos leoneses eran las partidas de rol, tanto en su vertiente tradicional de rol de mesa como en vivo. Y no creáis que teníamos las ya clásicas y trilladas partidas a Vampiro, Mundo de Tinieblas, AD&D, etc., etc., sino que, como unos verdaderos maestros del mundillo actual del rol nos encontramos con toda una amplia línea de novedades traídas de la mano de Edge, Devir y Nosolorol. |
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