Hola, realizar una prospección oportuna al sitio donde vivimos, para detectar e identificar las radiaciones Geopáticas y las contaminaciones electromagnéticas, significa evitar enfermedades que pueden llegar a constituirse en mortales.
“DIME DÓNDE VIVES Y TE DIRÉ QUE PADECES”
Bogotá., Noviembre 2009. Vivir o trabajar en un “mal sitio” puede ser nocivo para la salud humana.
Una “casa enferma”, está afectada por las radiaciones de las zonas cáncer, energías invisibles que escapan a nuestra percepción, llamadas geopatías; estas radiaciones nocivas pueden provenir de corrientes de agua subterránea, fallas geológicas, sótanos, etc.
Siempre consideramos nuestra casa como un lugar seguro, por lo tanto, decir que puede ser causa de muchas enfermedades que pueden ir desde insomnios o jaquecas, hasta leucemias y todo tipo de cánceres, parece inaceptable a los ojos de la ciencia; sin embargo la observación cotidiana del Geobiólogo, demuestra qué, frecuentemente, tenemos el enemigo en nuestra casa.
Según Raúl Echeverri, experto en el tema, “la geobiología estudia las relaciones entre la salud y el sitio donde se vive o trabaja, y, más concretamente, en el lugar donde se duerme cada noche” afirma.
Puede parecer un arte adivinatorio cuando el Geobiólogo, en la investigación geofísica de una casa enferma, detecta un punto concreto del dormitorio que está situado a la altura del pecho del durmiente, al preguntar si la persona tiene bronquitis u otra patología respiratoria, la persona sorprendida contesta: ¿cómo lo sabe? Mi padre ha sufrido siempre del pulmón.
Estas radiaciones procedentes de la tierra penetran verticalmente, de piso en piso, afectando la salud, y privando del sueño profundo y reparador.
Hoy sabemos que dormir en un mal sitio, puede ser la causa necesaria para sufrir a menudo un mal sueño. Estas radiaciones nocivas pueden generar a corto, mediano y largo plazo, graves enfermedades psicofísicas, stress, jaquecas, migrañas e incluso esclerosis, leucemia o cáncer en algunos años.
LOS ESTUDIOS…
Estudios realizados por la profesora austriaca Kathe Bachler, en Alemania, describen la sensibilidad de los niños a este tipo de energía negativa, muchos de ellos tienden a acurrucarse a un lado de la cama o un extremo de las barandas de la cuna, con el fin de evitar el efecto negativo de esta radiación, sin embargo, los padres tienden a ubicarlo nuevamente en el centro de su cuna sin saber que el bebé trata de defenderse.
Calificar una casa como un lugar cancerígeno o coloquialmente una “casa cáncer”, puede parecer carente de fundamento científico pero, desde hace más de 60 años, existen suficientes investigaciones que lo demuestran sin lugar a dudas.
Las geopatías pueden aún ser más graves si vivimos en la parte superior de una falla geológica, sin importar la cantidad de pisos que se eleven sobre ella. Aquí la emisión de radiaciones puede ser lo suficientemente grave para generar cáncer o anomalías genéticas en sólo dos o tres años.
“Pero no sólo en la parte externa de la casa pueden estar afectadas por contaminaciones electromagnéticas ocasionadas por transformador eléctrico o líneas de conducción de energía de baja, media o alta tensión, también, y lo más grave, son las fallas que se presentan dentro de la casa por instalaciones eléctricas mal hechas o por fallas en los electrodomésticos” Afirma Echeverri.
En la actualidad los científicos han creado una serie de aparatos medidores que le permiten al Geobiólogo detectar e identificar estas fuerzas invisibles.
Stress, insomnios y anomalías del sueño, desequilibrio nervioso, pérdida de memoria, agotamiento psicofísico (astenia), falta de apetito, alteraciones de la temperatura de la piel y/o del cuerpo, alteraciones de la visión cromática, alteraciones de las constantes sanguíneas con cambios en la presión, variaciones de la cantidad de grasa (colesterol), aparición de trastornos cardiacos, renales, gastrointestinales, dolor muscular y articular, artrosis y alergias, leucemias, cáncer y enfermedades auto inmunes son algunos de los trastornos que se pueden presentar en las personas afectadas por este tipo de contaminación invisible.
LAS CASAS CANCER…
El Premio Nobel de Física Sir Henry Rutherford y el astrofísico Mc Lennan quienes redescubren en 1903, la existencia de radiaciones naturales muy penetrantes, energías de origen cósmico y también telúrico.
La relación entre radiaciones del subsuelo y Cáncer, fue puesta de relieve por Winzer y Melzer en los años 20, con una investigación realizada en Stuttgart.
Segmentando los distritos de la ciudad en función de la incidencia del Cáncer, en contra de lo esperado, no hallaron relación con la composición geológica del subsuelo.
Sin embargo observaron un gran aumento de la tasa de cáncer en los distritos situados sobre las grandes fallas.
El concepto de “Casas Cáncer” fue definido por las investigaciones del Barón Von Pohl, este aristócrata Alemán realizó un estudio científico de las radiaciones procedentes del subsuelo y el riesgo de contraer Cáncer. Su conclusión es que las radiaciones telúricas son un factor que puede inducir enfermedades degenerativas a las personas que viven en la vertical de la anomalía geofísica. Su investigación se desarrolla en 1929 en la población Bávara de Vilsbiburg, con apenas tres mil 300 habitantes.
Como experto radiestesista realiza un estudio del subsuelo, y refleja en un plano a escala 1:1000, las corrientes de agua subterráneas. Esta investigación se realiza bajo la supervisión de otros científicos. De manera independiente el Doctor Bernhuber, médico municipal, situó en otro plano las casa donde se habían dado casos de Cáncer en los últimos años, según los certificados de defunción.
Prácticamente todos los casos de Cáncer ocurridos en Vilsbiburg, están sobre la vertical de corrientes de agua subterránea, de esta investigación se levantó acta notarial y su tesis fue publicada por el “Comité Central para la Investigación del Cáncer en Berlín”.
Otra investigación realizada con la colaboración del Doctor Hager, presidente de la Asociación Científica de Médicos de Sttetim, estudió más de cinco mil casos de cáncer entre 1910 y 1931, observando que en sólo cinco casas se habían producido 190 casos de Cáncer en 21 años.
Auténticas “casas cáncer”, todas ellas en la vertical de una vena de agua subterránea.
Von Pohl desarrolló investigaciones en Sttetim, Grafenau y Dachau, confirmando su hipótesis inicial con pruebas irrefutables sobre la existencia de “casas cáncer”.
Por lo tanto, realizar una prospección oportuna al sitio donde vivimos, para detectar e identificar las radiaciones Geopáticas y las contaminaciones electromagnéticas, significa evitar enfermedades que pueden llegar a constituirse en mortales.
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