Noticia del 2008: Ropa que hace juego (Argentina)

Desde La Nación de Argentina, publicaron la siguiente noticia:

Ropa que hace juego

En el Abasto, princesas, guerreros y monstruos

Vestirse de princesas, guerreros y monstruos no es fácil. Y todavía menos andar, así, por las calles del Abasto. Pero para un cosplayer eso no es un problema, y así anduvieron el fin de semana último por la Ciudad Cultural Konex y alrededores. Con melenas de colores estridentes, ropa con diseños orientales, túnicas y armaduras, vestidos como personajes de las series Naruto, Dragon Ball Z, Transformers, y de videojuegos como The Legend of Zelda y Final Fantasy. Eran los asistentes a la muestra de cultura pop japonesa Animeku, listos para concursar en el certamen de cosplay o... para entrar sin pagar.
Los cosplayers conforman una subcultura dentro de la tribu urbana de los otaku, palabra japonesa que denomina a los fans del manga y el animé; es decir, las historietas y la animación de ese país. Y se llama cosplay, del inglés costume play, el conjunto de actividades en que los fans, generalmente de entre 16 y 28 años, se visten como personajes de animé. En la Argentina, desde hace unos años los cosplayers van y vienen en fiestas temáticas y en todo tipo de festival que organice el Jardín Japonés.
Los cosplayers pueden pasar semanas, o meses, hasta terminar los trajes con los que jugarán a ser sus ídolos animados por un rato. Pero el esfuerzo valdría la pena: "Uno viene a un evento y se olvida de todo, juega a ser el personaje. La mayoría de los cosplayers son gente grande, de veintipico, porque se necesita plata para confeccionar los trajes", cuenta Daniela Lovanov, que eligió vestirse de Shun, el guerrero de Andrómeda de Los caballeros del Zodíaco.
En Animeku hubo varias exhibiciones de cosplay, mezcla de performance y desfile. Y algunos hasta llevaron sobre los hombros la propia escenografía, como Sebastián Salgado, que para hacer del villano Cell de Dragon Ball Z, esa especie de monstruo alienígena con cuerpo similar a una cigarra y aguijón mortal, llevó una especie de caparazón verde de la que nació, además de una víctima hecha con globos y ropa deportiva a la que aniquiló sobre el escenario, mientras el público lo aclamaba a viva voz.
Pero las performances insólitas fueron varias y todo derivó en una especie de Talento argentino desopilante. Sobre todo cuando una chica vestida de protagonista de El cadáver de la novia, la película de Tim Burton, bailó Thriller, de Michael Jackson. O cuando una villana de Magic Knight Rayearth fue vencida por una heroína ¡de cartón pintado!
Entre los más aclamados estuvieron Adrián Hermosilla, que hizo del monstruo de la película Depredador mientras bailaba sobre una base de música tecno de los años 90, y Mauricio Castro, que, como el robot Optimus Prime de Transformers, bailó con música de Beastie Boys y se transformó en un camión con acoplado.
Pero algunos cosplayers no pasaron por el escenario: eligieron ir a la muestra así vestidos, para, de esa forma, entrar gratis. Y tal vez por algo más romántico, ya que los cosplayers sostienen que su hobby puede ser terreno propicio para entablar una relación sentimental.
"Se logra captar mucha ateanimekunción masculina entre los otakus. Y sí..., a mi primer novio lo conocí porque yo estaba haciendo cosplay y él también. Igual, dudo que a alguien que no esté en este tema le interese salir con una chica que de vez en cuando se tiñe de rosa y se disfraza de un personaje de dibujito animado", expresa y se ríe Juliana Duperrón, especialista en sistemas y estudiante de Ciencias Políticas de 19 años caracterizada como Minori, de la serie Toradora.

Sacado del link: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1083447