PRIMER FANFIC: SUPERGIRL Y LA FUERZA ENERGÉTICA
Imagen el escudo por DC Comics.
CUARTO CAPÍTULO: COLEGIO FEMENINO.
Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan. |
Esa misma noche, en una lujosa
casa a fueras de Smallville, se realizó una fiesta de disfraces cuya anfitriona
era Selena, quien al lado de su amiga Bianca, estaban mostrando su hospitalidad
en aquella fiesta. En ese momento, uno de los asistentes era Nigel quien
charlaba con varios de los invitados, de repente, se tropezó con una jovencita
de anteojos.
-¿Se encuentra bien
señorita?– preguntó Nigel.
-Sí, estoy bien– tras responder,
la señorita vio a Nigel y recordó sorprendida - ¿No eres aquel profesor de
matemáticas y de sistemas en el Colegio Femenino? -.
Nigel miró fijamente a la
señorita y se acordó:
-¡Ahh! Claro que me acuerdo,
pero dígame señorita Spencer, ¿por qué estás en esta fiesta? ¿Estás averiguando
sobre lo que hago cuando no soy profesor?-.
-La verdad no…– contestó la joven
– pero siempre admiro su curiosidad y forma de ser-.
-A ver, se supone que
debería estar en casa, estudiando o descansando, no en asistir a esta clase de
fiestas– advirtió Nigel.
-Lo que pasa es que quiero
manifestar algo…- en ese mismo momento de confesión de la joven, apareció Selena
portando un hermoso vestido azulado, de ahí que, quería ser el centro de
atracción.
Al ver a Nigel y a la jovencita
se amargó, pidió un plato de pasabocas a Bianca y fue hacia ellos,
interrumpiendo.
-No puedo creer que viniera
una curiosa en nuestro evento, aun cuando me acordara si la invité o no–.
-Selena…- la señorita reveló
con temor –solo quería reportar un artículo para el periódico escolar-.
-Lástima… esto no es para
jovencitas– dijo despótica Selena, incomodando a la señorita.
-Por lo menos, la señorita
quería hablar algo importante conmigo– aclaró Nigel.
-Nigel– alegó Selena – si
quieres hablar con tu estudiante, ¿por qué no lo hacen en clases o en
descansos? Porque aquí no se puede– luego se dirigió a la señorita –Si quieres estar
en esta fiesta, tienes que ser mayor de edad, de tal manera que, te invito a
que salgas de mi casa-.
Dicho eso, la señorita sollozó,
saliendo de la casa de Selena, dejando disgustado a Nigel.
-Selena– el hombre agarró el
brazo derecho y la llevó hacia el pasillo –es increíble que te vuelves a ser
más soberbia y egocéntrica, no eres la misma desde que cogiste esa rara esfera-.
-Nigel, mi amor…– expresó
Selena acariciando las mejillas a Nigel –soy la misma, pero más madura y con total
capacidad para manejar los poderes ocultos, gracias a esa esfera-.
-Por eso…– instó Nigel –debes
que ser más comprensiva y entendible con los demás-.
-No necesito de tus consejos–
refutó Selena –quien verdaderamente me aconseja es Bianca y tú cada vez te
vuelves más cansón-.
Disgustado Nigel quiso
retirar, no obstante advirtió.
-Si encuentro sobre el
origen y uso de la esfera, te la quitaré- dicho ello, Nigel salió irritado de
la casa de Selena.
Horas después de terminado
el evento, Selena habló con Bianca en la sala.
-Es hora de definir nuestro
plan…– dijo Bianca –sabemos que Superman marchó al Universo, es el momento de comenzar
con lo que quieres-.
-Es cierto– recordó Selena –debemos
empezar con el control de mentes a los policías y autoridades del pueblo–.
-¿Cómo?- inquirió Bianca.
-Sencillo, cuando tengamos
lista la poción para borrar las mentes, necesitamos un voluntario– explicó
Selena.
-¿Cómo lo conseguiremos?– indagó
Bianca.
-¿Te acuerdas del Colegio
Femenino?– contra preguntó Selena.
-Claro…– resonó Bianca –allá
fui estudiante, actualmente Nigel está como profesor-.
-Llegaremos mañana por la
tarde, allá estaremos notando a quién lo podemos convencer- expuso Selena –por
ahora, preparemos todo, aliste los ingredientes para la poción, mientras yo
analizo la esfera-.
A la madrugada siguiente,
cuando aparecía los primeros rayos del sol, Kara levantó sus ojos después de
dormir en el bosque, mirando a un conejo quien comía en frente de ella.
-Hola, buenos días… - saludó
Kara con ternura.
Más adelante, cayó una pequeña
pelota hacia los arbustos, seguidamente, llegó una jovencita vestida de
beisbolista, quien la recogió y regresó corriendo. Kara se acercó a ver, para
conocer que era un partido de softbol. Quienes estaban jugando eran estudiantes
de un colegio, la kriptoniana echó un vistazo a otras estudiantes del mismo
colegio vestidas de uniforme, mirando detalladamente a cada una de las prendas.
Luego surgió una idea: caminó
entre los grandes árboles para convertir su traje en uniforme del colegio, su larga
cabellera rubia se transformó en cabellera de color marrón hacia los hombros,
además de traer un morral similar al que portaban las estudiantes.
Linda/Supergirl por JCQ, basado en Androide 18 de Dragon Ball Z. |
Cuando caminó por el lugar,
se tropezó con un joven que hacía labores en los jardines de aquel colegio,
cayendo ambos al suelo.
-¡EEEYYY!– Se quejó el joven,
quien al verla se dispensó –discúlpame señorita– el joven era corpulento y con
buen semblante en su rostro juvenil.
-No, perdóname en no fijarme
bien– excusó la joven.
-¿Te conozco de algún lado?–
preguntó el joven.
-Para nada, es el primer día
que vengo a clases en este colegio– respondió la señorita.
-Ahh, claro– expresó el
joven -¿me imagino que andas buscando la oficina del director Danvers?-.
-Eh…si…- contestó confundida
la joven.
-Mira, vaya subiendo en
aquella colina, allá encontrarás el edificio, eso sí, cuidado con los carros y
buses que pasan por el camino. Cuando cruces, vaya entrando al edificio, camina
por el pasillo principal y buscarás la oficina de la dirección del colegio–
indicó el joven.
-Gracias…- al agradecer
Kara, el joven añadió.
-Ethan, me llamo Ethan, soy
jardinero y estoy arreglando estos jardines… a propósito ¿cómo te llamas?-.
-Me llamo… Linda– Kara sabía
que si decía su verdadero nombre, tendría problemas.
-Linda… que bonito nombre–
dijo sonriente Ethan –encantado de conocerte, si quieres, nos hablamos luego-.
-Claro…- tras agradecer,
Linda (es decir, Kara) caminó hacia el edificio.
Pasó por el pasillo y
subiendo por las escaleras, preguntó a dos estudiantes que bajaban.
-Disculpen… ¿Dónde está la
oficina del director?-.
-Mire a ésta– cuestionó altanera
una de las estudiantes -¿cómo es que vienen más estudiantes nuevas?, como si no
se cerraran las inscripciones y matrículas en este colegio-.
-Está al lado derecho, al fondo–
respondió la compañera, Linda les agradeció, pero las dos estudiantes no
contestaron, siguiendo su rumbo.
Al llegar a la puerta de la
oficina, abrió y entró; en ese mismo momento, el director Danvers tomaba una
pastilla para controlar su estrés.
-Buenos días director, mira…-
cuando Linda saludaba, el director se incomodó.
-¿Usted no sabe que es mala
educación entrar a una oficina o aula de clase sin golpear la puerta?-.
-Disculpe señor director– apenada,
Linda cerró la puerta.
-¿Señorita, ahora qué haces
si ya entró?– cuestionó el director.
Linda golpeó tres veces la
puerta y el director negó con su cabeza.
-Adelante, señorita-.
-Ahora sí, buenos días, mira
quisiera…- a pesar de eso, el director la interrumpió.
-Espera un momento…- el
director se levantó de su escritorio –nunca la he visto en este colegio, ¿usted
es nueva?-.
-Sí señor, soy nueva–
contestó Linda.
-¿Se puede saber cómo se
llama?– investigó serio el director, Kara manifestó con el siguiente nombre.
-Me llamo… Linda Danvers– la
contestación dejó asombrado al director.
-¿Linda? ¿Eres familiar
cercano o lejano?– curioseó el director.
-Pues mira, lo que pasa es
que mis padres fallecieron cuando era muy pequeña, después la familia Lee me
adoptó, ya que, eran oriundos de la ciudad de Metrópolis. Seguramente, soy
pariente lejano suyo, señor – mintió Linda.
-A ver… - dudó el director -¿Sus
padres fueron de Minnesota?-.
-No me acuerdo… yo creo que
sí…- timó Linda –ya que era muy pequeña y no tenía uso de razón-.
-Entiendo…- apuntó el
director –ahora, lo que quiero saber es ¿si tiene carta de recomendación?– ese
interrogante dejó pensativa a Linda.
-La verdad es que…- no
obstante Nigel interrumpió, entrando a la oficina bastante enfadado.
-¡Director Danvers! Esto es
insoportable. Esas alumnas hicieron una broma pesada durante mi clase, ¡están
colmando mi paciencia!– al escucharlo, Linda sonrió, suspirando de alivio.
-Profesor, ¿qué sucede?– indagó
el director.
-Esas chiquillas maleducadas
cerraron con clavos y pegante el escritorio; donde están los exámenes que
estaba inspeccionando. Necesito urgentemente que me acompañes y tome
correctivos de inmediato– Nigel esperó en el pasillo.
-Lo haré de una vez, no
quiero que la imagen de nuestro colegio se caiga al piso por esos
comportamientos infantiles– dijo el director, quien avisó a Linda: -Señorita,
le pido que se quede en la oficina mientras soluciono ese problema. Seré fuerte
como una roca– y acompañó a Nigel para afrontar el inconveniente.
Cuando Linda estaba
encerrada en la oficina, comenzó a redactar la carta rápidamente en la máquina
de escribir con una increíble velocidad y precisión, de otra manera, si redactaba
en el computador tendría problemas; después, sacó la carta hecha, limpia, sin
errores de ortografía; con esa misma agilidad abrió el archivero de la oficina,
buscó la carpeta con la letra K, la colocó en la carpeta y se sentó; todo ello
en menos de dos minutos.
Cinco minutos después
regresó el director.
-Bueno, ¿en qué quedamos?–
preguntó el director.
-En la carta de
recomendación…– recordó sonriente Linda.
-Ahh si, ¿y entonces?–
cuestionó el director.
-No sé si llegó a su oficina
por correspondencia una reciente carta que envió mi primo, recomendándome– comentó
Linda.
-La verdad no me acuerdo,
pero lo buscaré- el director se acercó al archivero para revisar, Linda siguió dialogando.
-Seguramente está con la
letra K de Kent–.
-¿Kent?–.
El director buscó en las
carpetas, encontrando la carpeta, sacó la carta, se sentó y la leyó:
“Respetado señor Danvers.
Envío esta carta para
recomendar a la señorita Linda Danvers, para que termine toda la secundaria en
el Colegio Femenino. Por consiguiente, ella tiene grandes cualidades y con
buena formación. Fue adoptada por la familia Lee a temprana edad cuando sus
padres biológicos murieron en un accidente.
Espero que acepte esta
recomendación.
Estaré totalmente
agradecido.
CLARK
KENT
Reportero
THE
DAILY PLANET”
Al leer, el director se maravilló.
-Bueno, esta carta tiene
toda validez, de una vez la aceptamos para que ingrese en nuestro colegio, en
este sentido, tenemos el mejor nivel académico de los colegios de la región en
estos últimos años, lo que es más, no recibimos fácilmente a cualquier
estudiante -.
-Gracias señor director…-
agradeció Linda.
-Espero que estudies bien, de
tal manera que, estamos en continuos y permanentes cambios en este diminuto
planeta– advirtió el director.
-Claro, lo entiendo…- reconoció
Linda.
El director vio con buenos
ojos a Linda, por eso, explicaba sobre todo el proyecto educativo del colegio,
dando indicaciones para que se adaptara. Así las cosas, ambos salieron de la
oficina, mostrando los lugares y sitios del colegio, llegando a las habitaciones
de las estudiantes, explicando sobre las materias del estudio.
-…En nuestro colegio,
enseñamos: matemáticas, filosofía, lenguas extranjeras, historia, física,
trigonometría…- dejando una gran incógnita a Linda.
-¿También trigonometría?–.
-…cálculo, artes y química– enseñó
el director, añadiendo –Eso sí, una advertencia: los pasatiempos y el ocio que
no tengan que ver con la cultura de nuestro colegio será erradicados; por lo
tanto, tenga cuidado en lo que vas hacer en su tiempo libre… Bueno, llegamos-.
Cuando llegaron, las
estudiantes que estaban ejercitando y otras tapadas de toallas se asustaron al
ver llegar al director, decidieron correr a sus respectivas habitaciones. El director
entró con Linda, buscando una habitación. Al recordar una, fue directamente al
que quedaba en un rincón, desde ahí golpeó la puerta.
-Señorita Lein, sé que estás
ahí, responda… - citó el director.
Lucy, hermana de Lois abrió
la puerta asustada.
-Director Danvers, por ahora
no estoy presentada– respondió aterrada Lucy.
-¡Y no lo estarás! chiquilla
embustera…– el director entró viendo el desorden que estaba en la habitación, posteriormente
indicó a Linda, quien miraba por todos lados –A ver señorita, no tengo tiempo
en esperar–.
Linda entró en la
habitación, Lucy reaccionó inesperada por el ingreso de una nueva estudiante.
-Pero
director, si estoy bien sola en esta habitación– expresó sorprendida Lucy.
-Tendrás
que compartir su habitación, recuerde que las decisiones endurecen nuestra
piel– respondió radical el director, presentando a Linda con una Lucy
refunfuñada –Lucy Lein, le presento a Linda Danvers, viene desde Metrópolis, recomendada
por su primo quien es reportero del Daily Planet-.
-Hola–
saludó seca Lucy.
-Hola,
¿cómo estás?– respondió contenta Linda.
Lucy extendió su mano para
estrecharla con la de Linda, ella no entendía qué era un apretón de manos y en
vez de preguntar, aceptó el saludo.
-¡Ahh!– recordó algo el director –si no me acuerdo, su
hermana también trabaja en ese periódico, además, siempre me llama varias veces
para saber sobre usted… ¿cómo es que se llama su hermana?-.
-Se
llama Lois– manifestó Lucy.
-Correcto–
tras decir, se retiraba el director –las dejo solas para que comiencen a
compartir la habitación– en el momento de cerrar la puerta, dijo en voz baja a
Lucy –espero que esta vez trate bien a su nueva compañera, porque le recuerdo que
tiene matrícula condicional– dejándola enojada, quien dio una ojeada a Linda,
se sentó en su cama y se tapó su rostro con una revista.
Linda
se quedó parada, contemplando a su nueva compañera.
-¿Cómo
se llama su primo?– preguntó Lucy.
-Se
llama Clark Kent– contestó Linda, Lucy admiró.
-¿No
te creo?-.
-Es
la verdad– reveló sonriente Linda.
-No
puedo creer que Clark tenga un pariente, eso nunca me han dicho ni mi hermana
ni él-.
-Me
imagino, porque la verdad comparto muy poco tiempo con mi primo, por estar casi
todos los días estudiando. Cuando me queda algo de tiempo, arreglo mi anterior
cuarto en Metrópolis– mintió Linda.
-¿Eres
juiciosa con sus quehaceres?, que bien…– Inquirió Lucy, mirando a Linda desempacando
pertenencias de su morral –Veo que no tienes suficiente ropa para estar buen
tiempo por acá-.
-Lo
que pasa es que tengo que comprar ropa…- sin embargo, Linda miró con exhalación
que detrás de Lucy estaba pegado un afiche en la pared de la habitación, era la
foto de Superman (es decir, su primo) –¿Conoces a este personaje?-.
-¿Que
si lo conozco?– Expresó contenta Lucy – ¿A Superman? ¡Claro! Mejor dicho, es un
gran amigo de todos, especialmente de su primo y de mi hermana– Linda se acercó
hacia el afiche y lo contempló fijamente, mientras Lucy continuaba hablando –Si
quieres, te presto mi ropa, ya que hay pocos almacenes de ropa en Smallville.
Sinceramente me caes bien Linda, espero que seamos buenas amigas-.
-Gracias
Lucy, te lo agradezco mucho– al agradecer, Linda tocó suavemente con su mano
derecha la fotografía de su primo. “Espero algún día poder verte Kal-El”, pensó
sonriente.
Varias
horas después, Linda entró a clases de la tarde, la última hora antes de
anochecer era clase de trigonometría en el aula de sistemas, por ende, el
profesor era Nigel.
-Bueno señoritas, hoy
veremos una de las interesantes lecciones, analizaremos sobre una de las
inquietudes que ustedes dejaron cuando les di la tarea de solucionar ecuaciones…-
mientras tanto, Linda hablaba en voz baja con Lucy.
-Voy a tener dificultades con
esta materia-.
-Tranquila Linda, yo te
explicaré con todos los detalles– indicó Lucy en voz baja.
-¡Atención señoritas! Si
durante la clase de hoy se portan bien y entenderán perfectamente el tema; les
revelaré un secreto de la forma rápida en solucionar la ecuación- advirtió
Nigel.
Cuando Nigel explicaba
durante la clase, afueras del colegio llegó un automóvil donde venían Selena y
Bianca; ambas echaron una mirada detenidamente a las estudiantes practicando deporte.
-Selena, ¿encontraste a la
persona indicada para nuestros planes?– preguntó Bianca.
-Estoy mirando a cada una,
pero ninguna me sirve- negó Selena.
De repente, ella notó que el
cofre negro en donde estaba guardado el Omegahedron comenzó a mover bruscamente,
el automóvil que estaba moviendo lentamente se prendía y se apagaba a la vez; asustando
a ambas.
-Esto no me está gustando
Selena, estoy segura que es esa extraña esfera– señaló nerviosa Bianca.
-Claro…- Selena volteó a ver
al otro lado –Bianca, apague un momento el auto…– y vio a Ethan cortando ramas
de hojas marchitas de un árbol –creo que este joven apuesto nos servirá,
además, me gustaría que él sea mi esposo-.
-Lástima– Bianca también dio
su ojeada –yo también lo quiero…-.
-Pues lo cogí primero, asimismo,
prepararé una poción diferente, uno de amor para que ese joven se enamore de mí–
expresó pensativa Selena.
En el transcurso de la
clase, Linda percibió que la pulsera brillaba y la observó con disimulo. Sabía
que el Omegahedron estaba cerca, volteó su mirada hacia la pared usando rayos x
de sus ojos, notando un automóvil con las dos señoritas que iba a otro lugar.
“Estoy segura que ellas lo tienen, tengo que recuperar el Omegahedron…” cuando
Linda pensaba, se levantó de su puesto, en ese momento, Nigel se percató cuando
Linda fue hacia la puerta.
-Señorita, ¿puedo saber para
dónde va si no ha terminado la clase?– curioseó Nigel.
-¡Ay!… perdón profesor–
contestó apenada Linda.
-¿Sabes en dónde estás
ahora?– inquirió serio Nigel.
-Acá estoy, en La Tierra señor…-
la respuesta de Linda produjo risas de sus compañeras.
-Y si estás acá, entonces
¿me imagino que entendió muy bien la clase de hoy?– preguntó Nigel.
-Si lo entiendo, lo que pasa
es que yo…- mientras Linda trataba de explicar, Nigel interrumpió.
-¡Qué bueno! Entonces
escuchamos a Linda, diciendo cuál es el resultado total de la ecuación-.
Linda se sentó, revisó sus
apuntes y como era sencillo respondió correctamente, dejando en silencio a toda
la clase. En minutos las compañeras volvieron a carcajear. En ese momento, sonó
el timbre avisando que terminaba la clase, Lucy aprovechó la situación para
avisar a Linda.
-Tenemos que ir, antes que el
profesor te llame la atención-.
Nigel revisó el problema,
por lo cual, el resultado que sacó del computador concordó con la respuesta de
Linda, se fastidió y la llamó.
-¡Linda!–.
-Dime señor profesor…-
respondió Linda.
-¿Usted estaba espiando la
respuesta?– inquirió enojado Nigel.
-No, para nada señor…– expresó
temerosa Linda.
-Entonces, ¿por qué acertó en
semejante respuesta?-.
-Porque… es…- al momento de
contestar Linda, Lucy interrumpió la conversación.
-Es por los constantes rayos
que estamos expuestas, por ese motivo, nos dejan más inteligentes y capaces,
esperamos no incomodar señor profesor–.
Aunque la respuesta era tonta,
Nigel pensó si era cierto lo que explicaba Lucy, quien por su parte, sacó a
Linda del aula de sistemas.
-Gracias Lucy por salvarme–
agradeció Linda, respirando hondo.
-¿Cómo es que sabías sobre semejante
respuesta?- preguntó sensata Lucy.
-Pues sinceramente no soy
tan buena en la trigonometría hexadimensional, pero esa ecuación me pareció
fácil- reconoció Linda.
-Mira…- aconsejó Lucy –es
mejor que no te vayas a mostrar lo superdotada que eres, porque seguramente
varias de nuestras compañeras pensarán mal de ti-.
-Pero si respondí bien…– insistió
Linda.
-Linda, eres muy diferente a
cualquier estudiante de este colegio, pero bueno, ya todo pasó…- dicho ello Lucy
se fue, dejando pensativa a Linda.
A la mañana siguiente, en
los pasillos de las habitaciones, la mayoría de las estudiantes realizaron a
escondidas la forma de hacer el desayuno entre ellas. En seguida, Linda salió
de su cuarto para ir a la biblioteca del colegio, llevando sus cuadernos.
-Hola Linda, ¿Quieres
desayunar con nosotras?– invitó Lucy.
-No Lucy, quiero adelantar
mis trabajos– rehusó Linda.
Sin embargo, se levantó una
de las compañeras arrebatando los cuadernos de Linda al piso, pronto, algunas
se rieron sobre el hecho.
-Le pido que levantes mis
cuadernos– pidió seria Linda.
-Dime la palabra mágica y te
devuelvo tus cuadernos– contestó la joven, sin mirar.
-Por favor, le pido que devuelve
mis cuadernos…- solicitó Linda.
-Y entonces ¿por qué no lo
levantas tú misma, princesita?– contestó burlona la joven, quien miró la cara
enojada de Linda, a Lucy no gustó la broma.
-Mire Mayra, devuélvale lo
que arrebataste– exigió Lucy.
-¿Quieres inducirme?– al mismo
tiempo de la provocación de Mayra, llegó una señora quien administraba las
habitaciones de las estudiantes.
-Señoritas, ¿Quién les dijo
que en los pasillos de las habitaciones se hacen comida?– eso alertó a todas,
quienes se levantaron. Linda aprovechó la circunstancia para recoger sus
cuadernos –Si quieren desayunar, que lo hagan en la cafetería, pero no acá,
porque si las veo de nuevo con eso, reporto a la Dirección para que tome
correctivos al respecto-.
-Tranquila señora Murphy, no
volveremos a cometer el error– expresó Mayra.
-Entonces, ¡recojan todo de
inmediato!– las estudiantes acataron la orden, mientras Linda se acercó a Lucy.
-No sabía que se comportaran
de esa manera-.
-Si supieras, Mayra y Geraldine
son las que mandan. Te advierto: si te enfrentas, tendrás bastantes problemas–
aconsejó Lucy –bueno, hoy tendremos práctica deportiva, jugaremos jockey sobre
ruedas, espero que nos acompañes-.
-Claro, termino en adelantar
mis trabajos y vendré a jugar– respondió Linda.
Horas después, todas las
alumnas jugaban jockey, así mismo, como Linda no sabía jugar bien trató de
quedar en la defensa, mientras Lucy, Mayra y Geraldine jugaban en la delantera.
En el momento que Lucy recogía la pelota, Mayra la despistó golpeando su palo
en uno de los patines haciéndole caer al suelo, preocupada Linda socorrió a su
compañera.
-¿Estás bien?– examinó alarmada
Linda.
-Si… estoy bien– contestó golpeada
Lucy.
Mayra y Geraldine se decían
al oído.
-Muy bien Mayra–.
-Eso apenas comienza– murmuró
sarcástica Mayra.
Cuando reanudó el partido,
Linda señaló al oído de Lucy.
-Ellas lo hicieron a
propósito-.
-Tranquila Linda, eso
siempre pasa…- reconoció un poco resentida Lucy, aunque Linda sabía que su
compañera no estaba bien.
El partido continuó en su
curso. En un saque, Mayra miró pícara a Lucy, luego, en vez de pasar la pelota
a Geraldine, alzó su palo lo más alto posible y golpeó fuerte a la pelota en
dirección al rostro de Lucy. Linda, al ver la jugada, rápidamente abrazó a
Lucy, recibiendo de espalda el fuerte impacto. Todas se aterraron, suspendieron
el partido y se acercaron para ayudarlas a ambas.
Linda/Supergirl por JCQ, basado en Androide 18 de Dragon Ball Z |
-¿Qué pasó? ¿Están bien?– indagaron
varias compañeras, Linda se volteó, sabiendo que no le afectó el fuerte golpe.
-Estoy bien, es mejor pedir
cambio de jugadora para que Lucy descanse–.
Geraldine y Mayra se
sorprendieron ante lo ocurrido.
-Esta Linda sí que es
entrometida– refunfuñó Mayra.
-Lo más raro es que a
cualquiera le dolería con ese tiro que hiciste, pero no pasó nada a ella– consideró
Geraldine.
Terminado el partido, todas
las estudiantes entraron a los camerinos, menos Mayra y Geraldine, quienes
planearon una broma pesada hacia sus compañeras, especialmente a Linda.
-Linda, agradezco mucho que
me salvara, pero ¿te dolió?– preguntó Lucy.
-Para nada. Siempre hago
ejercicios de gimnasia y pesas, la verdad me acostumbro en recibir esa clase de
golpes– mintió Linda.
Más adelante en las duchas,
Lucy armó conversación con las compañeras.
-Oigan todas, ¿se acuerdan
de aquel nuevo jardinero que está cuidando los jardines del colegio? Pues supe
que él es soltero… cómo me encantaría enamorarme de ese guapo jardinero -.
Mientras Lucy hablaba, Linda
disfrutaba del agua caliente, por ende, era la primera vez que se bañaba en la
ducha. Ellas no sabían que en la parte de las tuberías y calderas entraron Mayra
y Geraldine, llevando una llave de tubería para alterar las llaves y afectar al
resto de las estudiantes. En seguida, Mayra manipulaba una de las válvulas.
-¿Es necesario hacer esto
para contentarte y conseguir a que las demás culpen a Lucy y a Linda?–
cuestionó Geraldine.
-¡Claro!– Exclamó irónica Mayra
–si no consigo esto, entonces ¿qué hago? ¿Que me quede sin conseguir lo que
quiero?-.
Linda disfrutaba de su baño,
sin embargo, sintió en sus oídos la conversación de Mayra y Geraldine al otro
lado de la pared.
-…además, ella no sabe con
quién se mete, pero lo va saber– comentó Mayra, apretando la válvula.
-Pues espero que esto salga…–
indicó Geraldine.
Tras escuchar, Linda fijó
sus ojos hacia la pared, emitiendo rayos x al otro lado, de repente, conoció
que Mayra forzaba la válvula con la llave, apoyada por Geraldine.
-…porque si no lo
conseguimos, dejarás de ser la mandamás de este colegio– continuó Geraldine.
-De ninguna manera, no me
dejaré, haré la vida imposible para que sufra esa princesita…- dijo rabiosa
Mayra.
Eso disgustó a Linda, quien aprovechó
en mirar establemente a la llave emitiendo rayos de calor de sus ojos, penetrando
fácilmente a la pared para recalentar la llave que tenía Mayra.
Al sentir el fuerte ardor,
Mayra soltó sus manos gimiendo; al mismo tiempo, la válvula no aguantó la
presión, dispersando el agua de los tubos por todos lados, mojando por completo
a las dos entrometidas estudiantes, quienes descubiertas por el resto de sus
compañeras, corrieron horrorizadas.
-¡Espero que hayan
disfrutado de su baño vestidas, porque se ven muy bien mojadas para tomar una
foto! – carcajeó Lucy.
Todas estallaron de risa y
aplaudieron, sin preguntar lo que aconteció.
Horas después, en las
habitaciones de las estudiantes, Linda se puso el uniforme, se arregló y mostró
feliz a Lucy.
-Mira, ¿cómo estoy?– Linda
pensaba que se sentía muy atractiva con el uniforme puesto.
-La verdad…- pensó Lucy en
voz alta –te ves como siempre, como una estudiante común– desilusionando a
Linda, quien se sentó en la cama –si quieres ser atractiva y llamativa, tienes
que poner otros vestidos adecuados, lo que es más, podrás ponerte aretes y
pendientes en tus orejas -.
-¿Cómo así?– dudó Linda -¿solamente
en perforar las orejas de aretes servirá como atractivo?-.
-Por supuesto– expresó Lucy
–solo hay que perforar en donde no haya dolor, colocas los aretes y listo,
todos los hombres se caen rendidos–.
A la vez que Lucy contaba,
Linda vio en la cama un brassier, como no sabía qué era lo colocó sobre su
cabeza, posteriormente, lo puso por encima de su chaqueta de uniforme,
colocando pañuelos en ambos lados, para ver cómo quedaba. Lucy notó y se extrañó
lo que hacía Linda.
- ¿Qué haces con mi
brassier?- cuestionó extrañada Lucy.
-No, nada… solamente ocurrencias,
no me pongas caso– manifestó apenada Linda.
-Como te iba diciendo, estos
días que vienen serán tres días de descanso, espero que me acompañes y disfrutes
todo lo que te voy a mostrar. Hay lugares donde hacen tatuajes y percings muy
buenos– contaba Lucy, a pesar de eso, Linda recordó su misión.
-Emm…, me encantaría ir
contigo pero no podré ir, quiero aprovechar mis ratos libres por acá– mintió
Linda.
-Lástima– manifestó Lucy
alistando sus cosas –más adelante vendrán varios amigos míos, entre ellos uno
que tal vez conozcas, me refiero a un amigo de tu primo, se llama Jimmy Olsen, el
camarógrafo del Daily Planet; el vendrá mañana porque quiere pasar buenos ratos
conmigo-.
-Te deseo buena suerte con
Jimmy y mándale saludos de mi parte– expresó Linda.
Al día siguiente, la mayoría
de las estudiantes se fueron con sus familiares a sus casas. Lucy se despidió
de Linda, quien estaba analizando los planos y mapas de Metrópolis, Smallville
y ciudades cercanas.
Cuando todas se fueron,
Linda analizaba un plan para la búsqueda del Omegahedron, no obstante, cuando
caminaba directamente a su habitación, era observada por el director Danvers, ocurriéndole
una idea.
-Señorita, ¿Por qué no viene
su primo? – el director pilló aturdida a Linda.
-La verdad… es que mi primo está
de viaje por largo tiempo, desafortunadamente, no podré estar en la finca de
los Kent, por eso decidí quedarme acá en estos días– mintió Linda.
-Si quieres, puedes pasar estos
días de descanso en mi casa, que queda a pocos kilómetros del colegio– invitó
el director.
-No lo sé… ¿Todo el día? – dudó
un poco inconforme Linda.
-Pues le llevo hasta acá por
la noche y no hay problema; entonces, ¿aceptas mi invitación? – insistió el
director, entre tanto Linda pensó y tomó una decisión.
-Bueno, acepto– tras expresar
Linda, el director preparó todo, luego, llevó a Linda en su automóvil y se marcharon
hacia la casa de los Danvers.
Durante el trayecto, Linda
pensó en el Omegahedron.
Escrito
inicialmente el día lunes, 25 de enero de 2010.
Editado
para el Sitio Bagatela el sábado 10 de julio de 2010.
Primera
corrección: jueves. 12 de enero de 2012.
Segunda
corrección: martes, 30 de octubre de 2012.
Tercera
corrección: miércoles, 28 de mayo de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario