Un equipo de fútbol que estaba disputando el campeonato profesional nacional, a miras que no querer descender a la otra categoría, contrató a un entrenador argentino para que dirija el equipo, el argentino lo aceptó, pero dió a conocer unas condiciones que las mismas directivas no le entendían.
En el primer día del entrenamiento, el técnico saludó a los jugadores y les hizo advertencias de que si no entrenaban bien no les dejaban salir en los días libres, a los jugadores no les gustaron dichas condiciones, sin embargo las aceptaron. El entrenamiento era bastante arduo y los jugadores se cansaban.
Llegaron las fechas del campeonato y los entrenamientos raros que les dió el entrenador generaron buenos resultados, ganaron hasta 15 partidos consecutivos, clasificaron a la siguiente ronda y los jugadores se mostraron muy cansados, el técnico, por felicitarlos, les dió unos días de descanzo, sin embargo, al siguiente día del entrenamiento, los jugadores no llegaron y el técnico se mostró preocupado.
En el siguiente partido, el equipo perdió por goleada y de ahí perdió en los siguientes dos partidos, los hinchas y las directivas mostraron su inconformismo antes los tres malos resultados e hicieron un grave llamado de atención al técnico y a los jugadores; el técnico argentino lo asumió con tranqulidad y en los momentos antes del partido, cuando los jugadores estaban entrenando, los llamó, pidió que sentaran y les dijo:
- Sé que esto es difícil para todos, puede ser que nuestros cuerpos no sean capaces en mantener el mismo ritmo de los anteriores partidos que hemos jugado, pero les digo algo: Si ustedes llegaron a estas instancias es porque son capaces, independientemente de los entrenamientos que les dí. Pero necesito que jueguen por ustedes mismos, por sus familias, por sus sueños y por lo que más quieren que es jugar fútbol. Por ello les pido que jueguen con alma, vida y corazón, que vayan más allá de lo que hicieron y demuestren un buen ejemplo ante los hinchas de este equipo. ¡Ánimo pibes, les llegó el momento de la gloria, es hora de ganar!-
Dichas frases alentadoras motivó al equipo, que a partir de ese partido, y en los siguientes partidos que vinieron, los ganó con callardía, coraje y valentía, jugando bien la fútbol, con ello llegaron a la final del campeonato y en un partido dramático, ganaron y fueron campeones en el último minuto, todos festejaron el triunfo y alzaron en hombros al técnico argentino, por ser un hombre alentador, comprensivo y creyente en sus propias ideas.
En el primer día del entrenamiento, el técnico saludó a los jugadores y les hizo advertencias de que si no entrenaban bien no les dejaban salir en los días libres, a los jugadores no les gustaron dichas condiciones, sin embargo las aceptaron. El entrenamiento era bastante arduo y los jugadores se cansaban.
Llegaron las fechas del campeonato y los entrenamientos raros que les dió el entrenador generaron buenos resultados, ganaron hasta 15 partidos consecutivos, clasificaron a la siguiente ronda y los jugadores se mostraron muy cansados, el técnico, por felicitarlos, les dió unos días de descanzo, sin embargo, al siguiente día del entrenamiento, los jugadores no llegaron y el técnico se mostró preocupado.
En el siguiente partido, el equipo perdió por goleada y de ahí perdió en los siguientes dos partidos, los hinchas y las directivas mostraron su inconformismo antes los tres malos resultados e hicieron un grave llamado de atención al técnico y a los jugadores; el técnico argentino lo asumió con tranqulidad y en los momentos antes del partido, cuando los jugadores estaban entrenando, los llamó, pidió que sentaran y les dijo:
- Sé que esto es difícil para todos, puede ser que nuestros cuerpos no sean capaces en mantener el mismo ritmo de los anteriores partidos que hemos jugado, pero les digo algo: Si ustedes llegaron a estas instancias es porque son capaces, independientemente de los entrenamientos que les dí. Pero necesito que jueguen por ustedes mismos, por sus familias, por sus sueños y por lo que más quieren que es jugar fútbol. Por ello les pido que jueguen con alma, vida y corazón, que vayan más allá de lo que hicieron y demuestren un buen ejemplo ante los hinchas de este equipo. ¡Ánimo pibes, les llegó el momento de la gloria, es hora de ganar!-
Dichas frases alentadoras motivó al equipo, que a partir de ese partido, y en los siguientes partidos que vinieron, los ganó con callardía, coraje y valentía, jugando bien la fútbol, con ello llegaron a la final del campeonato y en un partido dramático, ganaron y fueron campeones en el último minuto, todos festejaron el triunfo y alzaron en hombros al técnico argentino, por ser un hombre alentador, comprensivo y creyente en sus propias ideas.
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