10 de marzo de 2008

Fútbol: Un deporte limpio y de paz?

Viendo los últimos sucesos de la mala conducta de los hinchas en algunas de las ciudades importantes de Colombia (agresiones, insultos, desordenes, saqueos de lugares comerciales e históricos), llega a uno a preguntar sinceramente: ¿será que el fútbol es verdaderamente un deporte de integración, un deporte de juego limpio y un deporte que busca la paz entre nuestros pueblos?
Desafortunadamente el fútbol en estos últimos días no responde ante estos interrogantes, ya que al paso que vamos, algunos hinchas, algunos directivos de los equipos, algunos futbolistas y hasta algunos entrenadores nos están provocando a conducir a una violencia mas grave que ocurre en un país que busca fervorosamente la paz como lo es Colombia.
Como he expresado antes, ya los colombianos estamos totalmente cansados de cualquier clase de violencia, que durante mas de 60 años hemos soportado y aguantado con una violencia política, luego una violencia social, luego una violencia, ¿y ahora una violencia futbolística?
Se supone que el fútbol es un deporte sano, de una pasión buena y segura que busca el entretenimiento y la alegría de nuestros pueblos, sin embargo, para todo hincha el fútbol es una pasión excesiva y exagerada; esa misma pasión que desplaza por encima de las prioridades mas importante del ser humano: la familia, el trabajo, los estudios y la patria.
Que vergüenza ver a hinchas matándose y quitándose la vida por un simple equipo de fútbol, tanto que esa misma violencia futbolística cobro bastantes victimas inocentes, entre ellos jóvenes menores de edad, árbitros y jueces de fútbol (ya que en el año de 1989, se cancelo los partidos y la liga colombiana, como causa de un asesinato a un juez de línea en manos de unos sicarios hinchas), dirigentes deportivos, y hasta futbolistas importantes (como lo fue en el triste caso de la perdida de Andrés Escobar en 1994).
Definitivamente todo hincha nunca aprende a saber ganar o a saber perder, porque en sus momentos efervescentes y de actitud salvaje, busca a cualquier persona y lo acusa de causar la derrota de su “equipo amado”, y lo mas increíble, se desprecia a si mismo, pidiendo perdón por tener la sangre roja, y apoya a un equipo de cualquier color, en eso se irrespeta a si mismo.
Ahora, hubo varios intentos de buena fe de parte de gobiernos locales y hasta del gobierno nacional en programas, talleres y en colaboración para que las barras bravas y los fervientes hinchas tengan conciencia, respeto y tolerancia en todos los aspectos éticos, morales y sanos hacia sus semejantes y hacia sus seres queridos, pero algunos de esos hinchas eso se les entran por un oído y se les salen por el otro, o se hacen de la vista gorda y no les importan para nada esos grandes esfuerzos. Cuando ocurren esos hechos de violencia causados por esos hinchas, las autoridades municipales y las entidades del fútbol sancionan al equipo, desde multas económicas, hasta el cierre del estadio en donde juega el local, pasan varios meses, hasta inclusive semanas, y el problema persiste.
En los barrios de las ciudades colombianas ocurren matanzas de personas inocentes a manos de algunos hinchas que se creen los dueños del barrio, o los dueños de la ciudad o los dueños de la misma patria colombiana, eso si, recordando a un pasaje de la triste historia de la violencia colombiana, en donde en los pequeños pueblos colombianos de esa época eran manejadas, algunos por liberales y otros por los conservadores, a esos pueblos les llega una persona o un ciudadano diferente de los liberales o de los conservadores, esa persona recibe, desde amenazas de muerte, hasta lo masacran injustamente.
Eso es insoportable en estos momentos, y les pedimos a todos los hinchas del fútbol, del equipo que sea, que si queremos verdaderamente en conseguir la paz, es mejor que les pedimos y les imploramos de todo corazón, a que reconozcan sus errores, se arrepientan de lo que han hecho, y busquen la manera civilizada (nada de tener comportamientos salvajes) en respetar el derecho a la vida y a la libre expresión de cada uno de los colombianos, porque si siguen así, seguramente se convertirán en los peores criminales ante el pueblo colombiano, y pueden ser tan peligrosos que la misma guerrilla terrorista.
Espero que todo cambie a favor del pueblo colombiano y a favor de un deporte sano como lo es el fútbol.

Para los que quieren opinar sobre este segundo editorial, lo mismo que el anterior editorial, lo pueden hacerlo directamente en nuestra parte de FORO BAGATELA en la seccion de Debates, Controversias y Polemicas

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