‘Fancity’ es algo más que solo una feria consumista
Si no traes cash, olvídate del evento. Es la frase clásica de un amigo antes de reviente en la ciudad cualquier exposición de cómic, manga o anime. Frase que con la llegada de cada vez mayores responsabilidades como pagar la escuela de los niños o el mandado, adquiere mayor peso con el tiempo. Y suele ser una verdad como un templo. Porque una expo de cómic es la perdición del coleccionista. Allí puedes toparte con ese modelo para armar de Obi Wan Kenobi cantando a dúo con Darth Vader que siempre habías soñado tener y que tu esposa no te dejaba. Comprar, comprar, comprar.
Y sí efectivamente, Fancity no es la excepción. Coleccionables los hay a montones y el asardinamiento humano haría pensar que no alcanzarás a comprar el número faltante en una de tus colecciones de manga. Pero lo alcanzas. Hay chucherías para todos. En eso es como la mayoría de los eventos.
Hay sin embargo, diferencias remarcables. Por ejemplo un concurso de cosplayers super furrys. Animalitos disfrazados. Sí, animales. Con ropa. Así, se podía visualizar a un peludo cánido con vestidito de Sailor Moon llevado por algún animal humano vestido aún más ridículo. Aparte del regocijo de mantener esas surreales visiones en la retina sin necesidad de colocarse con estimulante alguno, también hubo la presencia de la asociación civil Proani, que se dedica a concientizar a la ciudadanía para lograr que los animales abandonados tengan un hogar. Hecho por sí mismo que no se había presentado en otras ferias. También estuvo Yueri, una de las cosplayers de moda en el país.
Hubo exhibición de artes marciales, con katanas, hadoukens y todo (efectos de sonido provenientes del público muerto de risa por la ocurrencia). Hubo el concurso de karaoke en donde Malva Lecter vestida con kimono y portando un instrumento de cuerda que no sonaba, logró efectiva interpretación de música tradicional japonesa del periodo edo, voz chillona incluida. Pero nada de eso por sí mismo hace la diferencia.
Lo que en realidad llama la atención es la organización. Diferente en el sentido de que hay más patrocinadores, presupuesto e ingerencia de los distintos medios de comunicación. Lo cual podría ser la prueba, habrá que esperar al año próximo, de que podría ser cierta la promesa de hacer estos eventos cada vez más grandes y variados. Más parecidos a los grandes monstruos del DF, MTY o Guadalajara: Expo - TNT, La Mole, Expo Comic GDL o el Animex MTY, entre otros.
Así que si no traes suficiente cash, no importa, date la vuelta por la expo del fanático, la Fancity, que hay suficiente con qué entretenerse.
Y sí efectivamente, Fancity no es la excepción. Coleccionables los hay a montones y el asardinamiento humano haría pensar que no alcanzarás a comprar el número faltante en una de tus colecciones de manga. Pero lo alcanzas. Hay chucherías para todos. En eso es como la mayoría de los eventos.
Hay sin embargo, diferencias remarcables. Por ejemplo un concurso de cosplayers super furrys. Animalitos disfrazados. Sí, animales. Con ropa. Así, se podía visualizar a un peludo cánido con vestidito de Sailor Moon llevado por algún animal humano vestido aún más ridículo. Aparte del regocijo de mantener esas surreales visiones en la retina sin necesidad de colocarse con estimulante alguno, también hubo la presencia de la asociación civil Proani, que se dedica a concientizar a la ciudadanía para lograr que los animales abandonados tengan un hogar. Hecho por sí mismo que no se había presentado en otras ferias. También estuvo Yueri, una de las cosplayers de moda en el país.
Hubo exhibición de artes marciales, con katanas, hadoukens y todo (efectos de sonido provenientes del público muerto de risa por la ocurrencia). Hubo el concurso de karaoke en donde Malva Lecter vestida con kimono y portando un instrumento de cuerda que no sonaba, logró efectiva interpretación de música tradicional japonesa del periodo edo, voz chillona incluida. Pero nada de eso por sí mismo hace la diferencia.
Lo que en realidad llama la atención es la organización. Diferente en el sentido de que hay más patrocinadores, presupuesto e ingerencia de los distintos medios de comunicación. Lo cual podría ser la prueba, habrá que esperar al año próximo, de que podría ser cierta la promesa de hacer estos eventos cada vez más grandes y variados. Más parecidos a los grandes monstruos del DF, MTY o Guadalajara: Expo - TNT, La Mole, Expo Comic GDL o el Animex MTY, entre otros.
Así que si no traes suficiente cash, no importa, date la vuelta por la expo del fanático, la Fancity, que hay suficiente con qué entretenerse.
Fuente: Milenio de México: http://www.milenio.com/node/657008
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