18 de febrero de 2011

Segundo Fanfic: El Primer Encuentro, Capítulo IV



SEGUNDO FANFIC: EL PRIMER ENCUENTRO

 
Imagen el escudo por DC Comics.

CUARTO CAPÍTULO: DIFÍCIL DECISIÓN

 

Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.

Días después, Clark regresó a Metrópolis para continuar trabajando como reportero en The Daily Planet, mientras Linda continuaba estudiando y cumpliendo sus clases en el Colegio Femenino.

Las noticias no fueron buenas para The Daily Planet, Perry White convocó un consejo de redacción con todos los periodistas y empleados del periódico, Clark como siempre, llegó tarde y un poco confundido.

-¿Qué sucede?– preguntó Clark a Lois y a Jimmy.

-¿Cómo te parece que en estos momentos el señor David Warfield ha comprado la mayoría de las acciones de nuestro periódico?– expuso Lois.

-¿David Warfield?– indagó sorprendido Clark -¿El que administra a los diarios amarillistas y de poca importancia?-.

-Exacto– contestó Jimmy.

-Ahora está analizando, con su hija Lacy, todo lo concerniente sobre nuestro periódico– continuó Lois.

-¿Y el señor White?– siguió cuestionando Clark.

-Está con ellos, pero veo que no le gusta la idea de que el señor Warfield sea el nuevo dueño de nuestro periódico– dijo Jimmy.

La reunión comenzó, David y Lacy analizaron las últimas ediciones del diario y negando con su cabeza, el nuevo dueño calificó las ediciones.

-Aburrido, soso, tedioso, obsoleto…- analizó David a cada una de las últimas ediciones del diario.

-Señor Warfield, si éstas fueron las mejores ediciones que hemos presentado, además, al público le gusta– trató de convencer Perry.

-Señor White, esto es lo que no quiero, ya que presentaremos una nueva cara para nuestro periódico– respondió David.

-Pero debemos dar continuidad, los cambios serían para comenzar el próximo año, no en éste– insistió Perry.

-Señor White, nos da pena con usted, pero le recuerdo que mi padre ha comprado la mayoría de las acciones del periódico– manifestó Lacy y añadió, mostrando la nueva primera plana del diario –ésta será la nueva cara de The Daily Planet, ¿cómo les parece?-.

A todos no les gustaron la nueva portada, de un tono color rojo y con una modelo posando en traje de bikini, titulando: EL MUNDO ESTÁ AL BORDE DE LA CRISIS.

-Disculpe que les interrumpa, ¿pero no es exagerado decir que “EL MUNDO ESTÁ AL BORDE DE UNA CRISIS”?– cuestionó Clark levantando lentamente, Lacy lo contempló.

-Buen punto de vista, pero es indispensable hacer cambios radicales para que nuestro periódico se venda cada vez más– indicó David.

A Perry no le gustó, se levantó del asiento enojado, al instante, Clark trató de tranquilizarlo.

-Por favor Señor White, no vaya alarmar a todos los presentes– advirtió Clark, sin embargo, Perry reaccionó airado.

-No aceptaré que el diario esté en decadencia, porque ustedes no conocen verdaderamente las funciones primordiales de un verdadero periódico–.

-¡Señor White!– reaccionó seria Lacy –me da pena con usted, pero debe aceptar nuestras condiciones-.

-Disculpe que interrumpa su discusión– Lois quería apaciguar los ánimos –pero queremos saber: ¿qué pasará con los viajes que tenemos los reporteros? Ya que, tengo una cita para cubrir una conferencia mundial en París-.

-Como estamos en reestructuración de nuestra sede principal del diario, no podrán viajar hasta nueva orden– la contestación de Lacy dejó decepcionada a Lois, quien se sentó.

-Por ahora, necesitamos que trabajen de una vez, se termina la reunión– tras avisar David, la mayoría de los trabajadores salieron, menos Clark y Lois quienes tomaron la decisión.

-Debemos aclarar esto de una vez– dijo Clark.

-Te apoyo Clark– aceptó Lois y ambos fueron hacia Lacy.

-Señorita Warfield, a nombre de todos los reporteros queremos manifestar nuestro descontento, por lo cual, nuestro deber principal es informar la verdad de manera imparcial, en el mismo sentido, estamos en el lugar de la noticia, por esa razón, no queremos defraudar a nuestro periódico, gracias– habló Clark con algo de timidez, sorprendiendo a Lacy, quien hizo un gesto de aceptación en su rostro.

Cuando Clark salió, Lacy llamó a Lois.

-Disculpe, ¿ese apuesto reportero es así de sencillo y cordial?– preguntó Lacy.

-¿Clark?– sonrió Lois –si, esa es su manera de ser, pero le recomiendo que no se encariñe demasiado con él, ya que él es como un boy-scout: cumplidor y obediente, ¿acaso estás interesada en él?-.

-¿Yo?– sonrió Lacy –si yo atraigo a todos los hombres, espero que trabajes-.

En el Colegio Femenino la situación no era mejor, de hecho, las instalaciones y los edificios estaban en un estado deplorable. Por consiguiente, los ingenieros inspectores y auditores citaron a una reunión con el director Danvers y con todo el Consejo Directivo del colegio para entregar un informe sobre el estado de la infraestructura de la institución educativa, cuyo resultado era desfavorable y recomendaron en un cambio de sede o que hicieran una cuantiosa suma de inversión para la remodelación total del colegio.

Comenzando el atardecer, Linda llamó por vía telefónica a Clark desde la granja de la familia Kent.

-¿Cómo te ha ido con tus estudios?– indagó Clark.

-Bien, como siempre– expresó Linda.

-Linda, quiero decirte algo aprovechando que tu llamada– comentó suspirado Clark.

-¿Es sobre tu trabajo en The Daily Planet?– curioseó Linda –porque Lucy me contó sobre ello-.

-No es eso…- negó Clark.

-Entonces, ¿cuál es?– inquirió Linda.

-Es con respecto a una carta que envió un niño directamente a Superman, que llegó a la oficina del jefe de edición del periódico, en ella solicitaba algo de lo que hablábamos en La Fortaleza, en parar una posible guerra nuclear entre los países desarrollados– explicó Clark, dejando pensativa a Linda.

-¿Y hablarás con ese niño mañana?– preguntó Linda.

-Seguramente…- manifestó pensativo Clark.

-Si quieres, nos podemos encontrar ahorita– sugirió Linda.

-Me parece bien, entonces nos encontraremos en el Parque Central de Metrópolis por la noche– sugirió Clark.

Linda Danvers/Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.


Pocas horas después, ambos se encontraron en dicho parque, Clark se mostraba preocupado, mientras Linda lo contemplaba.

-Tengo muchas dudas, porque, en verdad no sé qué hacer para responder al niño…- comentó Clark.

-¿Tienes la carta?– averiguó Linda, Clark acertó con su cabeza -¿Me puedes prestar?, por favor-.

Clark mostró la carta a Linda, quien leyó analíticamente el mensaje de la carta.

-Si alguien pidió que lo ayudara para resolver esa complicada misión, es porque cree en ti, además, mostraste ante este mundo que eres capaz de solucionar grandes dificultades, por esa razón, sigo insistiendo en que independiente de lo que nos advirtieron en La Fortaleza, debemos ser conscientes y responsables de romper los paradigmas, ayudando a todos los seres que queremos– explicó Linda, examinando la carta.

-Dices palabras sabias Kara, pero no quiero cometer el mismo error de la otra vez– negó Clark –por lo tanto, iré mañana a la escuela donde está el niño y diré que no-.

-Solo espero que todo se solucione de la mejor manera– dijo pensativa Linda y ambos salieron del parque.

Al siguiente día, Superman llegó a la escuela donde estudiaba Jeremy, el niño quien envió la carta, en el salón de clases de la escuela; la profesora y los estudiantes fueron sorprendidos por la inesperada visita de Superman.

-Disculpe señorita profesora, quiero hablar con uno de sus estudiantes sobre un mensaje que me envió– saludó Superman.

-Si… si… claro… por supuesto…- respondió sorprendida la hermosa profesora, quien avisó a sus estudiantes -¡Niños! Suspendamos nuestra clase, porque tenemos una grata visita a nuestra escuela, me refiero a Superman, quien quiere hablar con uno de ustedes-.

-Agradezco mucho profesora– dijo Superman, quien preguntó –Quiero saber ¿quién es Jeremy?-.

Jeremy se levantó, alzó su mano templándola, Superman caminó a donde estaba el joven, quien se sentó en su pupitre.

-Hola Jeremy– saludó Superman.

-Hola… no puedo creer que hayas venido…- respondió un poco temeroso Jeremy, quien preguntó -¿pudo leer… la carta que te envié?-.

-Por supuesto Jeremy– respondió Superman –me sorprende que las nuevas generaciones estén preocupadas por una grave situación que están viviendo los grandes gobiernos, pero… no puedo ayudarte con lo que me pides-.

-Pero si tú puedes solucionar todos los problemas Superman– insistió un poco nervioso Jeremy -.

-Sé que quieres confiar en mí…- replicó Superman –pero, esta situación no puedo solucionar, ya que, me había comprometido con mis antepasados en no interferir en los asuntos de los gobernantes de La Tierra, esa situación debe ser solucionada por ellos mismos-.

-Por favor, no digas eso…- manifestó desilusionado Jeremy.

-Lo lamento mucho, pasaré tu carta a los gobernantes para que lo tengan en cuenta– respondió Superman, quien se despidió de Jeremy, de la profesora y de los alumnos de la clase, saliendo de la escuela.

Varios días después, por idea de David Warfield, invitaron de sorpresa a Jeremy para que viniera a Metrópolis y concediera una rueda de prensa, en dicha rueda Jeremy manifestó su descontento ante la negativa de Superman y aún tuvo la esperanza de que Superman reconsiderara su posición.

Al día siguiente y sin consultar con los periodistas, el señor Warfield autorizó la noticia de primera plana, del cual fue titulado: “SUPERMAN NO ACEPTA UNA PETICIÓN DE PAZ DE UN ESTUDIANTE DE PRIMARIA”, dejando indignados a todos los reporteros del diario.
Clark se quedó pensativo todo ese día, no sabía qué hacer; por la tarde, llegando a su apartamento llamó por vía telefónica a la granja de la familia Kent para hablar con Linda.

Linda Danvers/Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.


-Hola Linda, ¿supo de la edición reciente que publicó el periódico?– saludó Clark.

-Lo vi a simple vista, ya que estaba en medio de tantos trabajos y de tantas tareas que me dejaron. La verdad me entristece, no entiendo que está sucediendo, más si desprestigian o malinterpretan lo que uno dice– cuestionó Linda.

-Por ello, estoy bastante confundido, no sé qué hacer, ¿será que debo cambiar de opinión?– preguntó Clark.

-Mira, sugiero algo diferente, me imagino que tienes al ser que más quieres ¿o no?– examinó Linda.

-Si…- respondió atento y pensativo Clark.

-¿Por qué no hablas con ella? Creo que sería conveniente– aconsejó Linda.

-Tienes toda la razón, gracias Linda…- agradeció Clark.

La tarde siguiente, Clark aprovechó en convencer a Lois, ya que debían ir a la celebración de los Premios Publisher en un centro de convenciones de Metrópolis. Horas después, Lois llegó al apartamento de Clark y golpeó la puerta; en ese instante, Clark estaba sentado en el sofá y se levantó para abrir la puerta.

-Hola Lois– saludó Clark.

-Clark, ¿sabes qué hora es? Dentro de dos horas comenzará la celebración de los Premios Publisher, ¿te acuerdas?– preguntó afanada Lois.

-¿Ahh, verdad?, pero no tengo ganas de ir– manifestó Clark caminado hacia el sofá para sentar.

-¿Por qué?– Lois lo siguió y se sentó a su lado.

-Quiero aclarar algo muy importante y no sé si podrás ayudarme…- comentó Clark.

-Siempre te dije que estoy dispuesta en todo momento y te puedo aconsejar, para eso estamos los amigos– alentó un poco Lois, Clark la miró.

-Me gustaría que fuéramos a la terraza para tomar aire fresco y compartir mis pensamientos, ¿quieres?– ante la pregunta de Clark, Lois sonrió, acertando con su cabeza y fueron ambos a la terraza.

Allá, Clark cogió de las manos a Lois, quien comenzó a preocupar. Cuando se decidió saltar del edificio, Lois gritó.

-¿QUEEEÉ HACEEEES?-.

Cuando cayeron, Clark se cambió de traje en frente de los ojos de Lois, ella comenzó a recordar y lo reconoció, Superman la cogió de sus brazos.
-Eres tú… Superman – dijo de manera dulce Lois.

Superman llevó de paseo en vuelo a Lois por varios lugares alrededor de la ciudad de Metrópolis, durante el vuelo, ambos se miraron felices y divertidos. Al regresar hacia la terraza del apartamento de Clark, Superman habló con Lois.

-¿Te gustó el viaje?– preguntó sonriente Superman.

-Mucho– respondió Lois.

-El motivo es para preguntarte algo importante, del cual no sé cómo tomar mi propia decisión en estos últimos días– comentó Superman.

-Sé lo que te pasó– dijo Lois.

-¿Qué debo hacer?– indagó Superman.

-Siga tu instinto– indicó Lois –eres inteligente y sabio, todo lo que vas a decidir lo harás correctamente, siempre lo has sido y lo serás; a veces, por salvar millones de vidas debe sacrificar algo y tú lo sabes, por eso, te pido que no dudes y tome la mejor decisión-.

-Gracias… no sabes cómo podré agradecerte– agradeció sonriente Superman –ahora me queda claro… Lástima, que difícil para mí en amar a quien la quiero mucho– dicho ello Superman besó profundamente a Lois y la dejó inconsciente, como una estatua.

Superman aprovechó el momento, se cambió de traje rápidamente y avisó a Lois.

-Lois, debemos ir– avisó Clark portando el traje de smoking.

-¿Eh? ¿Qué me pasó? ¡Ah! Querías que tomáramos aire fresco, pero que raro me siento– manifestó confundida Lois.

-No, cambié de opinión, ahora me siento bien– Clark cogió el abrigo de Lois y ambos se fueron del apartamento.

Una semana después, varios medios de comunicación registraron la noticia de que Superman intervendría en la Asamblea de las Naciones Unidas, para ello el señor Warfield, dueño de The Daily Planet, invitó al joven Jeremy para que fuera a Nueva York al lado de Lacy, Lois y Jimmy y puedan dialogar con Superman. Ellos lo consiguieron, por lo cual, Superman fue con Jeremy y con los enviados de The Daily Planet al edificio sede de las Naciones Unidas para poder intervenir.

La intervención de Superman ante la Asamblea acaparó todos los medios de comunicación del mundo, todos los habitantes del mundo prestaron atención, viendo por televisión o escuchando por la radio; entre los que querían ver por televisión estaban todas las estudiantes y funcionarios del Colegio Femenino.

Al llegar, Superman pidió permiso ante la Secretaria General de la Asamblea de Naciones para intervenir ante todo el mundo, la Secretaria General sometió a votación de los delegados asistentes y todos votaron unánimemente a favor, Superman agradeció a la Asamblea y empezó a dar su discurso:

“Señora Secretaria General de la Asamblea.
Señores presidentes y primeros ministros de cada uno de los países presentes.
Señores delegados.
Señores periodistas de todo el mundo.
Respetados asistentes invitados.
Señoras y señores.

Siempre he venido en calidad de extraño visitante a La Tierra, he visto, conozco y enterado de la diversidad de sus culturas, costumbres y tradiciones; he visto la pujanza, creatividad y valentía de todos los pueblos para subsistir, para sobrevivir, para dar a conocer, para defender lo que más quieren. Me gusta y me seguirá gustando pasar por diferentes lugares del mundo, sus ríos, lagunas, montañas, sabanas, islas, bosques, selvas, playas, en fin.
Hoy quiero decirles que no seré como un visitante de otro planeta, sino que seré como un habitante más de este hermoso planeta.
Por esa razón, no comparto que todos esos hermosos lugares y todos sus habitantes queden eliminados por unas decisiones de algunos países, que en su afán de realizar su carrera armamentista, incentiven a una nueva guerra mundial, solamente por pretensiones de poder.
He decidido tomar el riesgo en ayudar a La Tierra para prevenir esta grave amenaza de guerra, eliminando todos los misiles nucleares y armamentos bélicos de aquellos países que estén haciendo o ensayando pruebas, lo haré a partir de ahora.
Muchas gracias”.

El discurso de Superman causó gran alegría y júbilo entre todos los asistentes de la Asamblea, lo mismo que a la mayoría de los habitantes del mundo.
En el Colegio Femenino, todos se alegraron, ese fervor ilusionó a Linda, quien por su lado, quería colaborar con su primo en esa nueva y arriesgada misión.

Escrito el jueves, 28 de octubre de 2010.
Publicado para el Sitio Bagatela, Fanfiction y Facebook: viernes, 18 de febrero de 2011.
Primera corrección: jueves, 09 de febrero de 2012.
Segunda corrección: viernes, 09 de noviembre de 2012.
Tercera corrección: martes, 28 de junio de 2016.

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