13 de febrero de 2011

Segundo Fanfic: El Primer Encuentro, Capítulo III


SEGUNDO FANFIC: EL PRIMER ENCUENTRO

Imagen el escudo por DC Comics.


TERCER CAPÍTULO: SUPERGIRL EN LA FORTALEZA

 
Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.
Llegando la noche en la granja Kent, Clark revisaba en su computador sus apuntes periodísticos, mientras Linda realizaba sus trabajos del colegio, cuando los terminó, alistó sus libros, los guardó en su maleta y pasó al cuarto de Clark, golpeando suavemente la puerta.

-¿Puedo hablar un momento contigo Kal?– preguntó Linda.

-Sí, pasa– respondió Clark y Linda entró.

-Está claro que hoy iremos a la Fortaleza, pero… ¿será que puedo ir antes a la casa donde está Ethan?– interpeló tímidamente Linda.

-Lo dudo– contestó Clark, dejando un poco molesta a su prima.

-¿Por qué?– cuestionó Linda.

-Porque no entiendo sobre lo que has hecho con él cuando yo no estaba, luego, si aún sientes ese sentimiento hacia él, ¿sabes a qué consecuencias te llevaría si él sabrá de que Linda es Supergirl?– argumentó serio Clark.

-Es que, no quiero descuidarme como lo hiciste con Lois cuando estabas enamorado…- respondió Linda.

-Por eso…- alegó Clark –además, a pesar que tengas amplios conocimientos, aún no puedes controlar totalmente sus sentimientos ni sus poderes; en eso debes afrontar, porque si se va a dejar como una de las jovencitas de hoy que se embarazan a temprana edad, su futuro será incierto y difícil; por esa razón, no quiero que decidas en dejar sus poderes por amor, porque, eso me pasó antes y no quiero que te pases algo similar Kara-.

Linda pensó, no sabía cómo responder, al final y a cuentas debía que reflexionar y analizar, antes de tomar su propia determinación.

-Entiendo lo que me quieres explicar y sabes que es mi decisión, aunque para ello, necesito averiguar con respecto a Ethan, te aseguro que no me demoraré, después iremos a la Fortaleza– insistió Linda, Clark razonó y respondió.

-Entonces vaya, después te avisaré para irnos– tras la respuesta de Clark, Linda se fue al cuarto, se cambió y al instante salió volando como Supergirl en pocos segundos– por lo menos, deberías agradecer, pero qué más da…- Clark respiró y continuó escribiendo en su ordenador.

Supergirl comenzó a buscar por todo Smallville, escuchando la voz de Ethan para encontrar la casa donde vivía. Cuando se percató, divisó la casa y usando rayos x de sus hermosos ojos, miró a Ethan cocinando; luego, fue hacia la puerta donde estaba en la parte trasera de la casa.

Ethan escuchó que alguien golpeaba la puerta, desde la cocina.

-¿Quién es?– preguntó el joven, sacando el delantal.

Al no escuchar la respuesta de la persona, quien siguió golpeando a la puerta, Ethan cogió un bate de béisbol, sospechando que era un ladrón.

-¿Quién es? Si no me respondes, avisaré a la policía y a la vez abriré la puerta para dar su merecido-.

-No…- respondió una voz femenina desde el otro lado de la puerta, Ethan comenzó a temer.

-Abro la puerta y si es algún ladrón, lo golpeo…- pero la mujer siguió callada, como si estaba jugando.

Ethan llevó el bate con su mano derecha y abrió la puerta con su mano izquierda, de manera rápida, en ese instante, con el bate agarrado por ambas manos, golpeó fuertemente a la cabeza de la chica a quien no la reconocía por la oscuridad de la noche. El golpe fue tan fuerte que el bate se rompió, pero aquella joven no sintió el dolor del golpe y se acercó a Ethan para que la reconociera a la luz de la cocina.

-Quería darte una sorpresa, pero imagino que olvidaste de mí– la respuesta de aquella chica hizo sorprender a Ethan.
Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.

-Kara… eres tú…- dijo apenado Ethan –perdóname en dudar de ti, amor…-.

-Te dije aquella vez que regresaría y lo cumplí– respondió sonriente Kara –tranquilo, no me voy a enojar-.

Ethan quedó detenido en el tiempo, no sabía cómo reaccionar, luego cogió suavemente las manos de Kara para entrelazarlas con las suyas.

-No sabes cuánto te esperé todo este tiempo mi querida Kara– en ese momento, Ethan abrazó suavemente y susurró en el cuello de Kara, quien sintió gran alegría y cariño a la vez en volver a ver a su ser querido.

-Siempre pensé en ti todo el momento, en verdad me siento más enamorada de ti– al decir, Kara cerró sus ojos queriendo parar el tiempo, estando al lado de Ethan.

-Si quieres, puedes sentarte, espero que tengas tiempo en compartir todo…– Ethan invitó a Kara a sentar en el sofá y ella aceptó –ahorita estoy preparando la comida, para que cenemos juntos… - Ethan fue hacia la cocina para seguir cocinando y Kara miró toda la casa.

-Tengo poco tiempo para quedarme contigo, porque tengo que acompañar a mi primo a un asunto de gran importancia– explicó Kara.

-¿Te refieres a Superman?– preguntó Ethan, terminando de preparar la cena.

-Si…- contestó Kara.

Ethan llevó la cena servida al comedor.

-¿Quieres comer algo? Porque está exquisita la cena que preparé… -.

Al verse de nuevo, sintieron gran atracción a ambos, la joven kriptoniana se levantó lentamente, mirando fijamente a su ser querido; pero, cuando se acercaron sus rostros, alguien llegó a la casa, llevando varios artículos del hogar en dos bolsas. Ethan miró al otro lado y vio una mujer morena, de cabello negro recogido y ojos negros.

-Melissa… qué bueno que llegas, quiero presentarte a una chica a quien la conocí antes, ella salvó mi vida hace varios meses, se llama Kara pero es conocida como Supergirl– Ethan presentó a Kara con Melissa.

-Me ha comentado mucho de ti Kara, ¿o puedo llamarte Supergirl?– saludó alegre Melissa.

-Gracias, el placer es mío en visitarlos– respondió Kara, quien quedó mirando a Melissa, por dentro se sentía afligida, pero mostraba una hermosa sonrisa en su rostro.

-Bueno, ahorita sirvo la comida para Melissa, para así comer juntos los tres– Ethan fue hacia la cocina, Melissa dejó las bolsas en el comedor de la sala, se sentó y habló con Kara.

-Melissa, ¿a qué te dedicas?– interrogó Kara.

-Antes fui enfermera, ya que mi aspiración es ser médica; por esa razón, me trasladé de Nueva Orleans a Metrópolis para adelantar mis estudios– contestó complaciente Melissa.

-¿Desde hace cuándo que conoció a Ethan? – siguió preguntando Kara.

-Hace como siete meses, ya que Ethan era uno de los sobrevivientes del huracán que arrasó a Nueva Orleans– contó Melissa –recuerdo que a él lo llevaron al hospital, en donde yo era jefe de enfermería, como había bastantes heridos de aquel desastre natural, me encargué de cuidar a varios pacientes, entre ellos Ethan, con él comenzamos a ser buenos amigos, luego propusimos noviazgo, aunque él pensó muchas veces, porque tenía un acuerdo, si no me acuerdo era contigo, pero semanas después resignó y aceptó-.

-Ummm… se supone que un hombre propone noviazgo a una mujer, que raro… sin embargo, espero que el noviazgo perdure– dijo un poco resignada Kara -¿y tienen pensado un eventual matrimonio?-.

-No, hemos definido estar en unión libre, hasta que compartamos todos nuestros sentimientos, espero que no se demore tanto– respondió sonriente Melissa, a quien le ocurrió preguntar a Kara –Ahora le pregunto ¿por qué regresó a Smallville?-.

-Porque quería hablar de nuevo con Ethan…- argumentó Kara –además, estoy cumpliendo con una nueva misión al lado de mi primo, pero es confidencial, por esas razones estoy acá por poco tiempo, para luego cumplir con mi deber-.

-Me gustaría saber sobre esa misión, sin embargo, te deseo buena suerte y no te preocupes por Ethan, lo cuidaré muy bien– refirió Melissa.

-Aquí está servida la cena para Melissa– llegó Ethan, trayendo el plato servido.

-Si quieres, puedes acompañarnos en la cena– convidó Melissa.

-Claro, encantada– respondió Kara.

Melissa notó que se miraran ocasionalmente Ethan y Kara cuando estaban comiendo. Minutos después, Kara percibió que Kal la llamaba telepáticamente, fijó con su visión de rayos x desde el comedor y lo encontró esperando afuera.

-Ethan, Melissa, me da pena que no termine de comer, pero mi primo está esperando afuera, gracias por la comida– agradeció Kara quien se levantó de la silla, Ethan la siguió y trató de despedir.

-Kara, espera… por lo menos estaré algunas semanas acá y luego iré de viaje, espero que nos volvamos a ver– avisó Ethan.

-Tranquilo, nos veremos luego, me agrada que estés bien después de varios meses de no hablar– expresó Kara, sonriendo en sus labios, abrió la puerta y emprendió su vuelo.
Ethan la miró cuando se encontró con Superman, instantes después, ambos volaron rumbo al norte.

-Me parece simpática Supergirl– comentó Melissa, viniendo al lado derecho de Ethan.

-Si… veo que no ha cambiado…- reflexionó Ethan.

-¿Aún la amas?– curioseó Melissa.

-Posiblemente…- reconoció suspirado Ethan –aún siento algo por ella, del cual no puedo sacarla así de fácil-.

-Espero que ese sentimiento no dañe nuestra relación– advirtió Melissa en tono dulce.

Ethan cerró la puerta, pensando aún por Kara. Ella también pensó en Ethan cuando volaba al lado de su primo, quien la miraba, preguntando.

-¿Cómo te fue en su visita a la casa de aquel joven?-.

La pregunta hizo sacar los pensamientos a Kara, quien respiró y respondió.

-Bien… la verdad él tiene novia y tendré que aceptarlo, solo espero que a Ethan le vaya bien…-.

-Kara, será bueno que lleguemos a la Fortaleza para averiguar sobre su preocupación – Kal-El cambió de tema.

Kara aceptó y ambos fueron rumbo al Polo Norte. Allá encontraron la Fortaleza de la Soledad, entraron en ella, como es la primera vez que Kara vino a la Fortaleza, se asombró bastante, nunca se imaginó ver un imponente lugar, lleno de cristales.

-Nunca me imaginé que fuera tan grande y majestuoso– dijo asombrada Kara, mirando por todos lados.

-Esta es mi base, un lugar en donde supe verdaderamente quien era, aquí aprendí mucho más de lo que ningún habitante de La Tierra aprendió sobre el universo– respondió Kal– si quieres, esta Fortaleza también será tuya -.

Al decir, Superman fue hacia el panel de cristales, sacó uno de los cristales, lo insertó en el panel para que prendiera, apareciendo las imágenes de Jor-El y de Lara.

“Este es el banco de conocimiento de Kriptón. Kal-El, hijo mío, puedes formular sus preguntas” era la voz de Jor-El.

-Antes de preguntar…- habló Kal –quiero presentar a mi prima de nuestra propia familia, se llama Kara y vino porque quiere saber de una posible amenaza que podría venir a La Tierra-.

“¿Kara?” preguntó Lara, “¿acaso eres hija de Allura y Zor-El?”.

-Sí, lo soy– reconoció Kara –en estos momentos ellos están vivos y viven en la ciudad de Argos City en espacio interior, ya que pudieron sobrevivir de la explosión del planeta Kriptón-.

“La verdad no tenemos datos de recuerdo sobre ti Kara” dijo Jor-El, añadiendo “Sin embargo, que bueno que sus padres aún estén vivos, demostraron que lograron sobrevivir, gracias a que yo sugerí a tu padre para la protección de aquella ciudad, que bueno Kara que seas prueba viva de sus padres”.

-Gracias Jor-El– agradeció Kara –pero ahora vine con Kal para saber si es posible solucionar los asuntos que podrían pasar al Planeta Tierra, ya que, mis padres me advirtieron sobre un humano de nombre Lex Luthor, quien posiblemente se fugó de la cárcel y de seguro mi primo podría estar en peligro lo mismo que este planeta-.

“Imposible.” Negó Jor-El. “Los kriptonianos residentes en la Tierra, sean Kal o tú Kara, no podrán intervenir en los asuntos del Planeta Tierra, sabemos que tu padre debe recordar sobre ese asunto, por lo cual, no queremos que cuando intervengan, provoquen una catástrofe en el planeta y que vuelva a suceder como pasó en nuestro Planeta Kriptón”.

“Kal lo sabe, porque él una vez no quiso desobedecer y por amor a una humana, la resucitó, retrocediendo el tiempo.” Expuso Lara. “Por ende, él aprendió la lección y queremos que lo sepas, independientemente si ocurra o no a La Tierra, ustedes deben protegerse y si el planeta en donde están se desparezca, ustedes dos tendrán que salir antes y buscar otro planeta para vivir”.

-Pero es importante proteger a todos los habitantes de este planeta– insistió Kara –no queremos abandonar-.

Supergirl, basado del personaje de la Androide 18 de Dragon Ball Z (de Akira Toriyama), hecha por Juan Carlos Quenguan.


“Debes entender Kara que los seres humanos deben solucionar sus propios asuntos y problemas, ustedes no pueden ni deben interferir en los asuntos sensibles de los humanos, díselo a mi hermano” advirtió Jor-El.

Antes que Kara suplicara, Kal tocó sobre el hombro derecho de ella, hizo una seña negativa con su cabeza y Kara salió molesta del panel de cristal.

-Padre, madre, sé que Kara ha estado acá en La Tierra y se encariñó con todos los seres de este planeta, al igual que yo, ahora regresó a este planeta para protegerme, pero también tengo que proteger a ella– explicó Superman.

“Por supuesto hijo” aceptó Lara “estamos seguros que se podrán entender y que algún día puedas conocer a Zor-El y a Allura en donde están actualmente, cuide bien a Kara y enséñela para que ella use bien sus poderes para que te cuide”. Terminada la conversación, Kal salió del panel de cristal y encontró a Kara sentada, contemplando el aura boreal del Polo Norte.

-Mis padres te envían saludos– dijo Superman, sentando al lado de Kara –me dijeron que nos podemos cuidar mutuamente y que te enseñe en manejar tus poderes en La Tierra, lamento que hayan dado una respuesta negativa-.

-Qué bonito es ver el cielo de este planeta, me encanta– miró Kara al firmamento, mostrando un rostro melancólico, respirando hondo –lástima que no podamos disfrutar por bastante tiempo-.

-Todo tendrá solución– respondió Kal –es mejor que vayamos a casa, ya comenzó una nueva mañana, además, tengo que preparar para regresar a mi labor como reportero, y espero que vayas al colegio, para que cumplas con las clases-.

-Gracias Kal– al reconocer Kara, los primos se abrazaron, se levantaron y volaron rumbo hacia el sur, hacia Smallville.

Escrito el domingo, 17 de abril de 2010.
Editado y publicado para el Sitio Bagatela, Fanfiction y Facebook: domingo, 13 de febrero de 2011.
Primera corrección: martes, 07 de febrero de 2012.
Segunda corrección: viernes, 09 de noviembre de 2012.
Tercera corrección: viernes, 29 de enero de 2016.

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