19 de febrero de 2011

Noticia: Soluciones energéticas desde las aulas de la U

Desde Portafolio de Colombia publican esta noticia:

Soluciones energéticas desde las aulas de la U

15 universidades colombianas impulsan un cambio en la cultura del uso racional de la energía en el país.
Especialmente en los sectores industrial y empresarial, buscando ahorros significativos que redunden en beneficio para la compañía y la conservación de los recursos.
Aunque la meta es a largo plazo, se espera que Colombia haga más visible su ingreso en la onda mundial del consumo adecuado de energía eléctrica y responda a los desafíos del cambio climático.
Con este propósito, la Red Colombiana de Eficiencia Energética (RCEE), con la participación de 15 instituciones de educación superior, decidió impulsar la formación de gestores de los recursos energéticos.
La semilla del proyecto comenzó entre el 2006 y el 2007, cuando las universidades del Atlántico y Autónoma de Occidente idearon el Programa de Gestión Integral de la Energía para el sector productivo nacional, con financiación de Colciencias y la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), del Ministerio de Minas y Energía, para lo que se destinaron 245 millones de pesos.
Los equipos de trabajo, liderados por los investigadores Juan Carlos Campos, de la Universidad del Atlántico; Enrique Quispe, de la Autónoma; y Ómar Prias, entonces director de Investigación en Energía y Minería de Colciencias, concibieron la tecnología denominada Sistema de Gestión Integral de la Energía (SGIE), que ya se ha aplicado con éxito en tres empresas.
¿En qué consiste?
El modelo, a partir de experiencias nacionales e internacionales en los últimos 15 años, busca un cambio en la forma como la energía es y debe ser percibida, de modo que se deje de ver como un gasto obligatorio, necesario y costoso, y se reconozca como un recurso capaz de ser gestionado, dice Quispe.
Son tres fases que arrancan con una evaluación del consumo de energía que hace la empresa, seguida por la implementación del sistema de gestión para proceder al monitoreo y control de los indicadores de eficiencia.
La finalidad es incentivar un cambio de cultura, de modo que todos los actores de la empresa entiendan que la energía no es un gasto, sino un recurso que se puede administrar en forma eficiente.
En la práctica lo que se hace es medir cuánta energía entra y cuánta se requiere en cada proceso, teniendo en cuenta los históricos por consumo y producción. Esto se hace mediante herramientas matemáticas y estadísticas que determinan el consumo y lo que se podría ahorrar en cada proceso. Las variables, que inciden en el costo, dependen del tipo de empresa, pero el procedimiento permite identificar las que más impactan en el consumo.
“El modelo está concebido para aplicarlo a métodos de mejoramiento continuo. Los administradores y gerentes de empresas deben asumir cambios sustanciales, de manera que descubran que el asunto del consumo no puede ser responsabilidad de una sección de la industria o de un comité técnico, y menos de los operadores de las máquinas en la cadena de producción”, dice Rosaura Castrillón, Máster en Ingeniería Eléctrica.
El uso se eleva así a un factor estratégico. El lema es ‘la energía más limpia y de menor costo es... la que dejamos de usar’.
Buenos resultados
Este modelo ya se adelanta en el complejo carbonífero de El Cerrejón, con potenciales ahorros en energía eléctrica de 10.501 MWh por año, lo que equivale a 1.408 millones de pesos anuales, 5.195 toneladas de Co2 y el 4,3 por ciento del consumo.
Igualmente, en Fragrave, del Grupo Empresarial Team, se han reportado ahorros de 450 millones de pesos por año; mientras que en Biofilm, de Sanfor, fueron 720 millones menos, sin aplicar cambios tecnológicos.
Quispe sostiene que este modelo puede implementarse en cualquier empresa, independientemente de su nivel de desarrollo y del sistema de gestión organizacional que tenga.
Del 2008 al 2009 fue llevado a otras compañías, entre ellas, Cementos Argos, en su planta del Valle del Cauca, donde se obtuvo un beneficio de 600 millones de pesos por año.
Ante los resultados, la propuesta se ha afinado para ser aplicada a nivel país.
 
245 millones de pesos fue el capital semilla del Programa de Gestión Integral de la Energía.
Un semillero académico que impacta en el país
Los buenos resultados de este modelo ya se presentaron ante la Red Colombiana de Eficiencia Energética, y para su fortalecimiento, Colciencias, a través del Programa Estratégico para la Innovación en la Gestión Empresarial, dispuso 472 millones de pesos, además de 400 millones más aportados por la Upme. Ahora son 15 universidades en acción las que participan: La Universidad Nacional, que coordina en Cundinamarca; la del Atlántico, en su región; la Autónoma, en el suroccidente; la Pontificia Bolivariana, en Antioquia; e Industrial de Santander, en los Santanderes. Como coejecutoras están las universidades del Valle, Nacional de Palmira y Medellín, Autónoma del Caribe, Corporación Universitaria de la Costa y de Antioquia, Autónoma de Bucaramanga, La Salle y la Escuela Colombiana de Ingeniería.
“Hasta ahora el tema de la energía ha sido manejado en un ámbito académico y centrado más en lo tecnológico, pero se debe formar una masa crítica, para que se convierta en prioridad nacional”, dice Ómar Prias, de la Universidad Nacional y coordinador del proyecto. Cabe destacar que en octubre del 2010, las universidades de Atlántico y la Autónoma, representadas por Juan Carlos Campo y Magdalena Urhan, respectivamente, hicieron parte del comité internacional que se reunió en Beijing (China), para definir la primera norma ISO de energía. Además, en el proceso han compartido con organismos internacionales de investigación y desarrollos energéticos.
 
Paso a paso del proyecto
El programa por un uso eficiente del recurso energético comprende tres partes de aplicación.
La primera de ellas consiste en la capacitación de 150 especialistas en gestión energética, a través de un diplomado de 100 horas, que se llevará a cabo uno en cada región del país (Atlántico, Antioquia, Cundinamarca, Santander y Suroccidente), con el propósito de que luego, los asistentes repliquen lo aprendido y formen a su vez a 300 líderes más.
El primer diplomado será el próximo mes de marzo, en la Universidad Autónoma de Occidente, en Cali, con cupo limitado.
La segunda etapa consiste en la implementación de ese sistema en cinco empresas, una en cada región del país; y la tercera parte del proyecto tiene que ver con la recolección de la información generada en la segunda etapa, con el fin de extender este sistema de gestión energética por todo Colombia.

Fuente: Portafolio de Colombia: http://www.portafolio.com.co/noticias/guias/soluciones-energeticas-desde-las-aulas-de-la-u

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